Nuevo informe de la OIT revela que la brecha salarial de género en América Latina podría ser mayor de lo que indican las estimaciones tradicionales

SANTIAGO (OIT Noticias).- A pesar de los avances en educación y participación laboral, las mujeres en América Latina y el Caribe siguen enfrentando importantes desigualdades en el mundo del trabajo, lo que se refleja en menores tasas de empleo, menor calidad en los puestos de trabajo y brechas salariales persistentes.

Para analizar esta problemática, la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina presenta una nueva edición de los Informes Técnicos OIT Cono Sur, (Nº 51), titulada "Desigualdad salarial de género en América Latina: ¿Cuál es la brecha relevante por cerrar?". El estudio introduce, entre otras novedades, un indicador de brecha salarial de género, que permite medir con mayor precisión las desigualdades salariales entre hombres y mujeres.

¿Cómo se mide la brecha salarial de género?

En términos metodológicos, tradicionalmente, se utiliza la “brecha salarial de género no ajustada”, que compara la diferencia de salarios promedio entre hombres y mujeres sin considerar que la composición de ambos grupos puede ser muy dispar debido a diversos factores que afectan la participación laboral de ambos sexos. Este método, aunque ampliamente utilizado, puede subestimar la verdadera desigualdad salarial, especialmente en países en desarrollo.

El informe introduce un nuevo enfoque basado en la "brecha salarial de género ponderada por factores", que ajusta la medición considerando: Nivel educativo (bajo, medio y alto); Tipo de empleo (sector público o privado) y cantidad de horas trabajadas (tiempo completo o parcial).

Hallazgos clave del estudio

El reporte, dado a conocer hoy, provee evidencia de la existencia de brechas salariales de género en favor de los hombres en todos los países analizados. Según el nuevo indicador, en 2023 la brecha salarial de género ponderada por factores fue del 19,8% en ingresos mensuales y 17,3% en salario por hora, mientras que la brecha no ajustada fue de 11% y 1,4% respectivamente.

Según estimaciones del informe, en algunos países las brechas salariales de genero no ponderadas arrojan valores negativos o muy bajos, lo que sugeriría que las mujeres ganan en promedio más que los hombres. Sin embargo, esto se debe a un “sesgo de composición” y no a una reducción efectiva de la desigualdad. En otras palabras, además de la menor participación laboral, las mujeres asalariadas tienen a estar sobre-representadas en algunos sectores y en el empleo a tiempo parcial, entre otros aspectos, lo que afecta su salario. El nuevo indicador permite comparar la diferencia salarial entre grupos más homogéneos de hombres y mujeres. 

El informe señala además que, en la última década, la mejora en la equidad salarial ha sido modesta. La brecha salarial de género ponderada por factores se redujo en 2,9 puntos porcentuales en el caso de la remuneración mensual y en 1,7 puntos porcentuales en el salario por hora.

Hacia políticas públicas más efectivas

Estos hallazgos resaltan la importancia de utilizar metodologías más precisas para medir la desigualdad salarial que permitan dimensionar el problema y diseñar políticas eficaces para cerrar la brecha salarial de género. 

• Entre las recomendaciones para profundizar el análisis se incluyen:
  Estimar brechas salariales según distintas características de los asalariados en cada país.
• Aplicar métodos econométricos para identificar el impacto de variables no observables en la brecha salarial.
• Realizar estimaciones de la desigualdad de ingresos para trabajadores independientes donde las mujeres tienen alta representación.

Asimismo, se recuerda la importancia de todos los estados de implementar medidas para la operacionalización efectiva del principio sobre igualdad de remuneración establecido en el y ratificado por todos los países de América Latina.